¿Cómo promover un estado
de bienestar cuerpo-mente en el siglo XXI?
Por: Psic. José Antonio
Calvo Mathieu
La medicina y la psicología desde tiempos antiguos han
buscado dar respuestas al bienestar cuerpo-mente del ser humano. Ambas usan,
aunque ya muy poco, un modelo artificial, para tratar por separado el soma y la
psique. Lo hacen de esa forma, porque es imposible separar el cuerpo del
cerebro, de hacerlo significaría la muerte, más que bienestar.
De esta manera, la
psicología con una serie de técnicas y estrategias, dependiendo del enfoque al
que se adapte, buscará que el bienestar comience desde el pensamiento o psique,
para que de ahí la mejoría se dirija al cuerpo, por su parte, la medicina con sus
avances en cirugía, farmacología y entre otros, intervendría directamente en
una serie de síntomas somáticos y órganos afectados, para así de esa forma el
bienestar comenzará desde el soma y de ahí en su defecto, iniciaría un cambio a
nivel emocional y cognitivo.
De modo que, la psicología
y la medicina a pesar de llevar dos siglos tratando de hacer lo anteriormente
mencionado, estos han quedado desequilibrado al momento de integrarse y generar
un bienestar holístico en el individuo, la evidencia está clara en el siglo XXI,
al ver como el día a día de una persona promedio se divide desproporcionadamente
entre su vida laboral, familiar y lúdica. Este desequilibrio en ocasiones lleva
a la persona a descuidar todo su bienestar psíquico y físico, por enfocarse
nada más en su trabajo o caso contrario, completamente entregado a su familia,
y la manera de remediar cualquier daño al organismo somático o psíquico es
recurrir a un medicamento (medicina) o terapia psicológica de intervención en
crisis o cerca de un desequilibrio emocional, obviando en todo momento una
medicina preventiva. Y si la medicina y la psicología han fallado en dar una
respuesta más equilibrada en búsqueda del bienestar cuerpo-mente, ¿cómo se
promovería un estado de bienestar en el
siglo XXI?
De acuerdo con la
incógnita planteada en el presente ensayo, en el siglo XXI se promueve una
disciplinada con fundamentos empíricos conocida como Psico-Neuro-Endocri-inmunologia
o (PNI), cabe destacar, que esta disciplina vio sus inicios en el siglo XX, no
obstante con la baja data empírica que poseía no podía tomarse en consideración
para entrar en la búsqueda de bienestar que ya tenían la psicología y la
medicina. En ese caso, desde 1981, George Solomon, considerado el padre la PNI,
comenzó la investigación científica de la misma, para cimentar las bases
empíricas de esta disciplina y así de esa forma ser aplicada como la unión que
integraría la Medicina-PNI-Psicología. Esta fusión, pasa a corroborar como otros
fenómenos como por ejemplo, la trinidad (padre, hijo y espíritu santo) está
compuesto por tres, otro ejemplo, los estados del tiempo (pasado, presente y
futuro), sin dejar por fuera que el punto de equilibrio mínimo que se requiere
es un trípode (tres piernas para sostener una superficie), demuestran como la
unión de tres cosas, factores, hechos, entes, entre otros, es positivo para el
bienestar mente-cuerpo del individuo.
Ahora bien, la PNI, aportó
una explicación iluminadora, al demostrar que el sistema inmunológico está
conectado con el sistema nervioso central, y con el sistema endocrino. Entre
ellos existe una comunicación multidireccional, haciendo uso de los
neurotransmisores, citoquinas y hormonas, esta misma comunicación es la que
permite entender como problemas psicosociales, emocionales, estrés, hechos
externos al cuerpo humano afectan directamente el bienestar, y a su vez, como
enfermedades vectoriales al ingresar al cuerpo influyen en el estado psíquico
de la persona.
Al alcanzar esta meta de
entendimiento, los científicos encargados de desarrollar la disciplina del PNI,
se enfocaron en una herramienta llamada imaginación guiada, la cual se
caracteriza por inducir a la persona una imagen mental, previamente relajado,
de bienestar psicológico, o de que el sistema inmunológico con sus diversos
sistemas de protección están atacando a la enfermedad. Esto genera una actitud
preventiva de cuidado, para la dinámica “estresante” del individuo del siglo
XXI.
En conclusión, los
científicos de la PNI, poseen otros métodos para promover un estado de
bienestar en los individuos, sin embargo, la anteriormente mencionada, ha
recabado una gran cantidad de datos empíricos que demuestran su validez replicable
para diversas enfermedades crónicas e inclusive para prevenir otro tipo de
enfermedades, de esa forma la PNI es la nueva disciplina del siglo XXI encargada
de promover un estado de bienestar biopsicosocial y no solo la ausencia de
enfermedad.